El museo etnográfico y textil Pérez Enciso de Plasencia está de celebración. Ha cumplido veinte años de vida y además, esta semana ha acogido múltiples actividades con motivo del Día Internacional de los Museos. Mantiene también una figura que le hace singular, la de los guías, que ejercen personas mayores y amas de casa con el fin de aunar conocimientos y experiencia.

En estos veinte años el museo, que depende de la Diputación Provincial de Cáceres, ha sufrido transformaciones, la mayoría en los últimos cinco años para mejorar mobiliario, cortinas o iluminación. Ahora además, contará con un espacio para investigadores y estudiosos gracias a nuevas piezas relacionadas con el proceso textil y fondos bibliográficos que hasta ahora estaban en el Centro de Cultura Tradicional de Cáceres.

Todo para mejorar aún más un espacio desconocido para muchos por su ubicación --en una pequeña plaza situada al final de la calle Trujillo-- pero que deslumbra por sus dos naves de 25 metros de largo y su bóveda de crucería de ladrillo visto, como destaca la directora del museo, Aurora Martín.

Esta además subraya su "maravillosa acústica", que se ha puesto de manifiesto esta semana en los conciertos ofrecidos por los alumnos de música coral, viento y cuerda del conservatorio García Matos.

Estos han puesto la nota musical a la celebración del Día Internacional de los Museos, mientras que los alumnos de la escuela de danza del Complejo Cultural Santa María hicieron lo propio con el baile y el cuentacuentos Rafael Núñez, ha llevado la historia de las ciudades Patrimonio de la Humanidad a grupos de escolares y mayores.

Guías voluntarios

Todo para dar aún más actividad a este museo que el año pasado tuvo más de 20.000 visitas. Posiblemente, muchos de estos visitantes se han encontrado con unos guías muy especiales que el museo mima, voluntarios de la tercera edad y amas de casa que han decidido ofrecer parte de su tiempo al visitante y turista.

"Algunos empezaron hace diez años y otros hace ocho. La gente lo agradece mucho porque es alguien que te lleva de la mano", explica la directora del museo. Con estos voluntarios --que han pasado previamente por un curso para ser guía-- el etnográfico placentino incide en un aspecto del que adolecen otros museos, en opinión de Aurora Martín. "Los museos desatendemos a las visitas individuales, que se pueden sentir avasalladas por los grupos y eso hay que mimarlo".

Los guías les muestran todos los artilugios del proceso textil, junto con la propia indumentaria, ajuares, joyería o calzado. "Mostramos cómo se vivía en el pasado porque para mirar al futuro hay que conocer el pasado", subraya Martín.