Una veintena de pruebas incriminan a Juan José Pérez Rangel, encarcelado por el doble crimen del Putxet. Se trata de huellas, pisadas, cuerdas, llaves, bolsas, cremalleras, zapatillas, imágenes, grabaciones, sangre, piel, tarjetas, manuscritos, y un largo etcétera.

Los grilletes. Las últimas pruebas halladas son unas llaves encontradas en la casa de Pérez Rangel. Abren y cierran los grilletes con que fue esposada Maite D. R., asesinada el 22 de enero.

La cuerda. También está la cuerda de persiana, verde y blanca, hallada en una casa del padre del detenido. Es idéntica a la empleada para atar a Maite a la barandilla del párking.

La cremallera. Otro objeto novedoso es un cierre blanco de cremallera. La policía científica cree que puede ser de un anorak del preso o un jersey. Esta prueba apareció el pasado 11 de enero, junto a la primera víctima.

Huellas. La huella de una mano encontrada en la bolsa que le cubría la cabeza a la segunda víctima pertenece al detenido, según la policía científica --tenía otras seis idénticas preparadas en su casa--. También le corresponde el fragmento de huella dactilar hallado en una tarjeta de la víctima usada por el acusado, aunque este extremo no está completamente verificado.

Unos restos de piel y unos cabellos encontrados en una uña de la mano izquierda de Maria dels Angels también pueden pertenecer al acusado, ya que apareció con arañazos en la cara en una cita con una joven rusa. La prueba de ADN determinará.

Pisadas. No parece haber dudas sobre dos pisadas, una en un charco de sangre y otra en el abrigo de la segunda víctima, que corresponden a unas zapatillas deportivas de la marca Puma, encontradas en la casa de Pérez Rangel.

La policía identificó a Pérez Rangel por unas imágenes obtenidas en la estación de P dua. La fiscalía ha solicitado una prueba caligráfica para verificar las anotaciones sobre 14 víctimas potenciales.

Pruebas destruidas. La policía alberga pocas esperanzas de encontrar el martillo empleado para matar a las dos mujeres, así como la navaja usada contra la primera víctima. Según fuentes de la investigación, el acusado dijo que las había tirado.