Dos informes recién salidos del horno para la Cumbre del Clima de Madrid han actualizado los datos más recientes de las principales variables de la crisis climática. Ninguno de los dos es halagüeño. El año 2019 se cerrará con un crecimiento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del 0,6% y con tal aumento de las temperaturas, que lo convertirán en el segundo o tercer año más cálido desde que hay registros. Dos motivos más para actuar sin demora, uno de los lemas de la COP25.

En vísperas de la cita de Madrid, la ONU daba a conocer la semana pasada el balance oficial de las emisiones de CO2 correspondientes al 2018. Habían crecido un 1,8%. Sus autores ya auguraban que las previsiones para el 2019 tampoco eran positivas. El informe anual de Global Carbon Project, presentado ayer en Madrid, lo ha confirmado con cifras y datos.

Los investigadores estiman que el aumento será del citado 0,6%. A pesar de que ha disminuido el uso del carbón, las emisiones de CO2 han seguido al alza debido al gran crecimiento que ha experimentado el gas y, en menor medida, el petróleo. Los datos de este último estudio, cuyas resultados se conocieron esta semana, no abarcan todos los gases de efecto invernadero lanzados a la atmósfera, sino solo los de los combustibles fósiles, el cemento y la industria, que son la mayor parte. Pero permiten concluir, como hace el documento científico, que «las emisiones mundiales de carbono siguen avanzando en la dirección equivocada, en un momento en que los gobiernos deben descarbonizar rápidamente». «Las emisiones de dióxido de carbono deben disminuir bruscamente para que el mundo cumpla con la marca Muy por debajo de 2°C establecida en el Acuerdo de París. Cada año con emisiones crecientes hace que ese objetivo sea aún más difícil de alcanzar», destacó Robbie Andrew, investigador del Centro CICERO para la Investigación del Clima Internacional en Noruega.

LOS EFECTOS / Detrás de la caída del carbón hay un fenómeno de sustitución por el gas que puede ser positivo a corto plazo, porque el carbón es el fósil que más CO2 lanza a la atmósfera, pero a largo plazo su efecto acaba siendo el mismo. «Solo recalienta el planeta más lentamente», apuntan los investigadores de Global Carbon. Estos también estiman que la concentración media de CO2 en la atmósfera volverá a crecer este año hasta al alcanzar las 410 partes por millón (ppm).

Y de la causa del calentamiento a los efectos. Los datos sobre la temperatura del 2019 han sido estimados por el avance provisional del Estado del Clima de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

«El año 2019 pone punto final a una década marcada por registros de calor excepcionales, por el retroceso de los hielos y por subidas del nivel del mar sin precedentes a nivel mundial, cambios exacerbados por las emisiones de gases de efecto invernadero fruto de la actividad humana», destaca el documento.

Para este año prevé una temperatura promedio 1,1°C por encima de la etapa preindustrial. Si esta cifra se confirma, el año que está a punto de concluir acabará convirtiéndose en el segundo o tercero más cálido de la historia. El más tórrido seguirá siendo el 2016.

Especialmente en el Ártico y en el estado norteamericano de Alaska las temperaturas del 2019 han sido inusualmente cálidas. La mayoría de las áreas terrestres han superado los promedios recientes de temperaturas, incluyendo América del Sur, Europa, África, Asia y Oceanía. Solo una gran área de América del Norte ha sido más fría que el promedio reciente. Si echamos un poco la vista atrás, los récords se acumulan. «Las temperaturas promedio registradas en los últimos cinco años [2015-2019] y durante la última década [2010-2019] serán casi con total seguridad las más elevadas que jamás se han contabilizado».

No es un dato sorprendente. Desde los años 80 del siglo pasado, cada década sucesiva ha sido más cálida que la anterior, destacan los investigadores.

MÍNIMO DE HIELO / El calentamiento global ha causado «la desaparición de hielo y alturas del nivel del mar sin precedentes», afirman los científicos involucrados en estos estidios. El mínimo diario de extensión del hielo marino del Ártico en septiembre del 2019 fue el segundo más bajo desde que hay registros.

El informe recuerda también cómo, una vez más, los impactos asociados a la crisis climática «golpearon fuertemente» en el 2019. Las olas de calor y las inundaciones, que solían ser eventos que se producían «una vez en un siglo», se están volviendo más regulares. Países que van desde las Bahamas hasta Japón y Mozambique sufrieron el efecto de «devastadores ciclones tropicales», mientras que «los incendios forestales arrasaron el Ártico y Australia».