En los primeros cinco meses del año, 21.845 mujeres denunciaron en comisaría a sus parejas o exparejas por malos tratos, según las estadísticas facilitadas por el Ministerio del Interior. La cifra, que no incluye los datos de la Ertzaintza ni los Mossos d´Esquadra, supone un aumento del 17% si se la compara con la registrada en el mismo periodo del 2003.

De las 21.845 denuncias tramitadas hasta mayo de este año, 14.448 fueron por delitos y el resto, por faltas. Se trata de la primera vez que los delitos son más numerosos que las faltas. La explicación hay que encontrarla en el hecho de que en enero del 2004 entró en vigor la reforma legal que permite considerar delito la primera agresión en la pareja. Al menos, en una primera instancia, porque luego lo tiene que ratificar el juez.

Las cifras demuestran el cambio de tendencia. En los primeros cinco meses del año 2003, se tramitaron 18.665 denuncias por parte de mujeres agredidas. De ellas, 14.043 lo hicieron por faltas y 4.622, por delitos.

El aumento de las denuncias --algo que se repite cada año-- responde, según el Poder Judicial, al hecho de que las mujeres

"salen del anonimato" y se atreven a acudir a una comisaría. Esas mismas fuentes descartan que el crecimiento esté relacionado con las supuestas denuncias falsas interpuestas para conseguir condiciones ventajosas, por ejemplo, a la hora de separarse. Esta idea fue esbozada el pasado mes de mayo por la juez decana de Barcelona, María Sanahuja, que criticó el "uso abusivo" que hacen algunas mujeres.

Por otra parte, el aumento del 17% registrado este año en comparación con el 2003 tiene otra explicación ya que también han entrado recientemente en vigor nuevos delitos dentro del ámbito doméstico: la mutilación genital y el rapto de menores a manos de sus padres.

La estadística de Interior subraya que de las 21.845 denuncias policiales, la mayoría (16.772) fueron interpuestas por mujeres españolas. De todas maneras, eso no significa que el maltrato sea más frecuente en las parejas autóctonas. Si las cifras se analizan desde el prisma de la tasa de población, la proporción de españolas víctimas es bastante inferior a la de extranjeras. La estadística del Poder Judicial del año pasado revela que hay 5,5 veces más extranjeros que españoles denunciados.

La violencia doméstica es más frecuente entre los casados que en las parejas de hecho.