Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una banda de 21 rumanos especializada en el robo de cable de cobre que tenía su centro de operaciones en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y que en el último mes habría robado diez toneladas de este material. La investigación policial que ha llevado a estas detenciones -veinte hombres y una mujer, once de los cuales ya han ingresado en prisión- ha durado un mes, tiempo en el que se estima que han robado la mencionada cantidad de cable de cobre.

El jefe del Área de investigación del área metropolitana sur de los Mossos, Xavier Sallart, ha explicado hoy en rueda de prensa que la investigación comenzó hace un mes "a raíz de la alarma social que provocaron los constantes robos de este tipo de material". Los Mossos identificaron a un grupo de gitanos rumanos que actuaban en ciudades del cinturón metropolitano de Barcelona.

El centro de operaciones era un piso ubicado en L'Hospitalet de Llobregat, municipio en el que residían todos los detenidos, donde los implicados celebraban sus reuniones. "La banda trabajaba de manera muy impulsiva y prácticamente a diario intentaban robar cable de cobre", ha explicado Sallart, que ha añadido que existía una clara división del trabajo: "unos miembros del grupo se dedicaban a buscar objetivos y a controlarlos y los otros, por la noche, cometían los robos".

Los atracos se producían por las noches y en lugares en los que los delincuentes sabían que no había vigilancia. "En alguna ocasión intentaron entrar en algún almacén, pero cuando descubrieron que había vigilante se marcharon tranquilamente sin enfrentarse a él", ha explicado el responsable de la investigación. Ha añadido que el kilo de este tipo de material, si está pelado, puede costar 6 euros en el mercado negro, y si no está pelado alcanza los 3, por lo que ha recalcado que la cantidad económica de la que se habla "es muy importante".