Las estadísticas vuelven a demostrar que las imprudencias siguen siendo las principales enemigas de la seguridad vial. Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), uno de cada tres fallecidos en el operación 15 de Agosto no llevaba abrochado el cinturón. Además, la mitad de los accidentes mortales estuvieron originados por una velocidad inadecuada, ya que tuvieron lugar tras una salida de la vía.

Todos estos datos fueron aportados por el subdirector de Circulación de la DGT, Federico Fernández, que calificó de "terrible" la mortalidad registrada durante el largo fin de semana. Desde el viernes hasta la medianoche del lunes, 48 personas perdieron la vida en las carreteras españolas, cinco más que en el mismo periodo del año anterior.

Según las estadísticas facilitadas por Fernández, casi la mitad de los siniestros, el 45%, se produjeron por la noche. Tres de cada cuatro ocurrieron en carreteras secundarias. Estos datos ponen de manifesto la imprudencia de los conductores que se desplazan de noche por pequeñas poblaciones con motivo de las fiestas patronales de muchos pueblos.

Normalmente, se trata de jóvenes que no observan las normas de seguridad relativas al alcohol, la velocidad y el uso del cinturón. De hecho, Fernández destacó que el 35% de los fallecidos en las carreteras durante el puente tenían entre 18 y 30 años.

La siniestralidad vial debe ser, según el responsable de la DGT, un motivo de preocupación "tanto para la Administración como para la sociedad". A su juicio, el "trabajo perseverante realizado desde Tráfico requiere la colaboración de toda la sociedad".