Un estudio sobre los efectos secundarios de la asistencia hospitalaria concluye que los centros sanitarios españoles están al mismo nivel que los del resto de los países europeos al registrarse efectos adversos en un 8,4% de los hospitalizados. De ellos, un 4,4% muere, una cifra que los expertos consideran "baja". Estos efectos adversos se producen fundamentalmente por uso de medicamentos, infecciones hospitalarias y la aplicación de procedimientos quirúrgicos.

Son datos que recoge el Estudio Nacional de Efectos Adversos (Eneas), divulgado durante una Jornada Científica sobre Calidad y Seguridad del Paciente en Atención Sanitaria por el director general de la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), Alberto Infante.

El documento concluye que la incidencia de pacientes que sufren efectos adversos en los centros españoles tiene una proporción similar a la de otros países como Francia, Reino Unido o Canadá, lo que indica que "las actuaciones de mejora del sistema y la capacitación de los profesionales han logrado que España se posicione entre los países con una mayor preocupación por la seguridad clínica".

DIAGNOSTICO La investigación, que se llevó a cabo sobre una muestra de 24 hospitales públicos españoles, revisando un total de 5.755 historias clínicas de pacientes ingresados en una semana. El estudio concluye que tres de cada cuatro efectos adversos se deben a actuaciones relacionadas con el diagnóstico, tratamiento, organización o abordaje de la patología, "ámbito en el que se debe intervenir".

Casi de la mitad de los efectos adversos registrados se consideraron leves, un 39% moderados (prolongación de la hospitalización o necesidad de realizar más pruebas), y el 16 por ciento graves (incapacidad permanente, intervención quirúrgica).

Según precisó Infante, se estima que más del 40% de estos efectos adversos son evitables, ya que conociendo las causas, la mayoría se podrían evitar mediante la aplicación de "medidas sencillas", pero de forma sistemática. Así, el Ministerio de Sanidad se ha propuesto disminuir esta incidencia de "forma sustancial" que podría ser visible en el plazo de 2 o 3 años tras evaluar todas las estrategias del Plan Estratégico de Calidad del SNS, dijo.

Durante la jornada, que se celebró en Consejo Económico y Social, la mayoría de sociedades científicas de Medicina, Enfermería y Farmacia suscribieron una declaración a favor de incluir la seguridad de los pacientes como elemento clave de su actuación y en la que se comprometen a apoyar las políticas y estrategias que en materia de seguridad y gestión de riesgos se desarrollen en el SNS y el las comunidades autónomas.