Un importante dispositivo de la Guardia Civil controlaba ayer todos los accesos a una rave ilegal celebrada en una planta de purines en desuso de Sant Mateu y prohibía el acceso a los vehículos, según publica 'Levante-EMV'. La fiesta comenzó el día 31 y ayer por la tarde continuaba en la parcela ubicada entre Sant Mateu y la Jana, concretamente en la carretera a Cervera.

La finca es propiedad de la Diputación de Castellón, que ayer por la mañana interpuso la correspondiente denuncia. Fue el diputado y portavoz de Desarrollo Rural, Acción contra la Despoblación, Carreteras, Expropiaciones e Ingeniería Interna, Santi Pérez, quien lo hizo en nombre de la institución, según confirmó a este periódico la Diputación.

Al tratarse de un terreno privado, los cuerpos y fuerzas de seguridad no podían intervenir de oficio, según explicaron a este diario fuentes de la Subdelegación. Al presentarse ayer la denuncia, la actuación queda ya en manos de la Benemérita, aunque desde la comandancia de Castellón no ofrecieron ninguna información al respecto del operativo.

Entre 300 y 400 personas, según fuentes municipales y más de 500 según los testigos, se dieron cita en la planta de purines tras una convocatoria de última hora a través de las redes para festejar el fin de año (el sitio suele ser secreto hasta última hora en estas celebraciones para evitar que las autoridades las localicen). Se trataba de una rave gratuita y a la que acudieron personas de distintas provincias españolas.

La alcaldesa de Sant Mateu, Ana Besalduch, visitó ayer a mediodía el dispositivo policial y mantuvo conversaciones con los mandos de la Guardia Civil. Junto a ella estuvieron los munícipes de Cervera, Adolf Sanmartín, y de la Jana, Domingo Tolós Lládser.

ACCESOS CONTROLADOS

Visitamos el operativo de la Guardia Civil y comprobamos que en el interior del recinto había todavía gente y se oía la música. La fiesta no tiene ninguna autorización, pero se celebra en una zona alejada del casco urbano y no causa molestias vecinales. Los agentes tienen controlados todos los accesos y los coches que salen de la zona ya no tienen autorización para volver a pasar, explicó la alcaldesa.

Tal y como pudo comprobar ayer Mediterráneo, desplazado al lugar de la rave ilegal, a las 15.00 horas permanecían en la zona exterior de la planta de purines unas 200 personas y la música seguía sonando a través de altavoces de gran tamaño y potencia.

Tres patrullas permanecían apostadas a esa hora en el camino de acceso y daban el alto a los vehículos para realizar inspecciones para detectar drogas. Previamente, la presencia policial había sido muy superior, con hasta diez vehículos que no pasaron inadvertidos entre conductores que iban por la CV-10 y la CV-135.

"Venimos de Catalunya y nos han multado por ir ebrios"

Tres jóvenes argentinos, vecinos de Tarragona, estuvieron entre los asistentes a la macrofiesta ilegal celebrada en Sant Mateu con motivo de la Nochevieja. Nos enteramos del evento por internet, como suele ser habitual, y nos decidimos a venir hasta aquí. La entrada es gratuita y la música, non-stop, explicaron en declaraciones a este periódico.

Este grupo de amigos se encontró con presencia policial cuando iba a bordo de su vehículo y, tras dar positivo todos los ocupantes en las pruebas de alcoholemia, su coche quedó inmovilizado, como ellos mismos relataron en conversaciones con este rotativo. Como ninguno de nosotros podía conducir, nos dijeron que teníamos que dejar el vehículo y nos hemos ido a un hotel para dormir y reponernos, afirmaron los asistentes en las inmediaciones del recinto.

Aunque la propiedad se encuentra vallada, el público logró acceder y la fiesta se organizó en la zona exterior, en la que había multitud de personas, perros sueltos, turismos e, incluso, autocaravanas aparcadas. Una parte del cercado se encontraba roto.