El Ministerio del Interior ha calculado, tomando como referencia los actuales registros de multas, que si el carnet de conducir por puntos estuviera ya en vigor, unos 6.000 conductores lo habrían perdido en el último año. No es una cifra muy elevada, si se tiene en cuenta que el censo de permisos en vigor supera los 22 millones. La medida sólo hubiera afectado al 0,027 % de los conductores.

El dato lo facilitó ayer en la comisión de seguridad vial del Congreso el titular del departamento, José Antonio Alonso, que compareció para presentar el anteproyecto de ley. El ministro proyectó la cifra hacia el futuro y estimó que ése será el número aproximado de conductores que perderán el carnet cada año.

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que en el actual registro central de infractores no todos los municipios comunican las sanciones que imponen y que en los próximos años se acentuará el control en las carreteras, con lo que la cifra podría subir considerablemente.

MAS RADARES Y AGENTES El ministro recordó que la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil incrementará su plantilla en 500 agentes durante el próximo año y que en el periodo 2005-2007 está prevista la adquisición de 500 nuevos radares para el control de la velocidad.

Interior estima también que unos 60.000 conductores "estarán interesados" en efectuar los cursillos de reciclaje que permiten recuperar puntos o el carnet en caso de retirada. Se efectuarán en "un máximo de 400 centros de formación acreditados". Cada uno tendrá un máximo de 240 alumnos al año, atendiendo 20 al mes.

Las autoescuelas podrán impartir los cursos, pero no todas. Hay más de 8.000 en España y sólo habrá los citados 400 centros. Estos deberán acreditar, sin embargo, el máximo rigor. "Vamos a cuidar mucho cuáles serán las entidades encargadas" para "evitar cualquier fraude", se comprometió Alonso.

Sólo los grupos parlamentarios popular y catalán participaron en el debate posterior. Ambos coincidieron en pedir que la tramitación parlamentaria del anteproyecto sea lo suficientemente "sosegada" para permitir que el proyecto se apruebe por consenso con el objetivo de que no esté sometido a los cambios de mayoría de cada legislatura. Alonso se comprometió a ello aunque advirtió de que la ley debe ser aprobada "lo antes posible". Alonso se mostró abierto a introducir modificaciones.