El Sistema para la Atención a la Dependencia (SAAD) ha expulsado a 20.000 personas en un año, lo que supone 70 diarias. Así lo refleja el último informe del Observatorio de la Dependencia, presentado ayer, que cifra en 748.000 los atendidos actualmente por el sistema.

Esta reducción es la consecuencia de "impedir que nuevos dependientes accedan al sistema", así como de "las revisiones a la baja del grado de la dependencia", explicó el presidente de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, José Manuel Ramírez. También expresó su miedo a que empeore la situación: "Si se aplican los decretos que están pendientes de publicar, el destrozo en la política social será dramático".

El informe revela que la implementación de la ley ha retrocedido en 13 comunidades autónomas en el primer semestre del año, entre ellas Catalunya, dejando la media española a su nivel más bajo desde diciembre de 2009, con una nota de 4.38 sobre 10.