La cifra de muertes en la carretera no ha dejado de bajar desde el 2004. Lo ha hecho de modo constante, incontestable, hasta totalizar una caída del 32% en cuatro años. Durante los pasados enero y febrero se registró incluso otro fuerte descenso del 18%, pero contra todas estas evidencias una mayoría aplastante de los ciudadanos (79%) están convencidos de que el drama del tráfico va en aumento o sigue igual que antes. Así lo revelan dos encuestas encargadas por la Dirección General de Tráfico (DGT), cuyos resultados han causado un cierto grado de perplejidad en sus responsables, que a pesar de todo no lo consideran un dato negativo. Al contrario, están convencidos de que esta percepción negativa "aumenta el grado de alerta con la que los conductores salen a la carretera", según el director general de Tráfico, Pere Navarro.

La primera noticia de que la percepción ciudadana circula por una senda distinta a la de la realidad llegó a finales del 2006, con la entrega del Barómetro de Seguridad Vial que anualmente encarga la DGT y que por vez primera contenía la pregunta sobre la evolución del número de accidentes. El dato era inequívoco. Solo el 22 % de los españoles eran conscientes de la caída de la siniestralidad. El restante 78% de los 2.000 encuestados marcaron la casilla con el texo "están aumentando".

ESTRATEGIA CONSCIENTE En la siguiente entrega del barómetro, a finales del año pasado, se introdujo una posibilidad más, pues el encuestado podía marcar también la casilla "siguen igual". Esta resultó al final la mayoritaria, con el 45,4%. Otro 33,4% de los encuestados sostienen que la situación va peor y solo un 19,1% defiende la creencia, correcta, de que están bajando.

Una lectura apresurada podría llevar a pensar que los datos revelan una política informativa equivocada o insuficiente de la DGT o una deficiente labor de los medios de comunicación, los encargados de mediar entre la realidad y los ciudadanos. Sin negar que haya algo de cierto en estas dos afirmaciones, Navarro asegura que ha sido la propia DGT quien desde el comienzo de su mandato ha difundido con cuentagotas los datos positivos de la evolución de accidentes por un motivo concreto.

"Descubrimos muy pronto que cuando salíamos anunciando una fuerte reducción de muertes en un periodo concreto, los conductores se confiaban y costaba dos o tres meses volver a recuperar el camino descendente, así que solo los comunicamos cuando lo consideramos imprescindible", explica el director general de la DGT, que también apunta otro factor.

En esta legislatura se ha dado un gran salto adelante en la concienciación del drama de los accidentes en las carreteras y eso ha motivado que en algunos medios de comunicación escritos y en casi todos los audiovisuales los accidentes gocen cada vez de un mayor protagonismo, lo que puede transmitir a la audiencia la falsa imagen de que están aumentando. Este factor tiene además el efecto benéfico de inducir a los conductores actitudes de mayor prudencia .

POCAS CELEBRACIONES Las asociaciones de víctimas, como también el propio Pere Navarro, tampoco son partidarias de celebrar las caídas de la siniestralidad. Recuerdan con frecuencia que, pese a la obvia mejoría, cada día mueren en España más de siete personas en las carreteras, casi 3.000 en el conjunto del año, y eso sigue siendo un drama terrible que hay que atajar cuanto antes.