La actriz argentina Florencia Peña ocupó días atrás la portada de Gente, una revista bonaerense del corazón y poco afecta a tomarse seriamente las cosas, con su rostro y sus manos intervenidos con los nombres de algunas las víctimas de femicidio en ese país. Peña fue tachada de frívola y oportunista, incluso por algunas feministas. En su defensa alegó que no alcanzaría un cuerpo para anotar sobre su piel la cantidad de víctimas de la violencia de género en Argentina y la región.

Y en ese asunto hay un acuerdo absoluto: de acuerdo con las últimas estadísticas de la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (Cepal), 4.600 mujeres fueron víctimas fatales de crímenes machistas en 2019, lo que representó un alza del 17% en relación con 2018. Los problemas se agravaron sustancialmente en 2020 como consecuencia de la pandemia y el confinamiento. Todavía no existen números pero sí una percepción del empeoramiento. De hecho, en noviembre de 2020, el movimiento continental Planeta Ella y la Red Latinoamericana contra la violencia de género, que reúne a 35 organizaciones de 21 países de la región, había declarado la "emergencia feminista" en América Latina. o en los primeros meses del presente año.

El 8M encuentra a 18 países de la región con leyes actualizadas que tipifican el femicidio/feminicidio con sanciones más severas que las del homicidio. Pero esos avances se muestran más que insuficientes. En lo que va de este año se han registrado episodios atroces en Venezuela, Argentina, México y Brasil, entre otros países, marcados por movilizaciones, vigilias y constantes denuncias contra las autoridades o la negligencia de los tribunales.

De acuerdo con el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) en 2020 hubo al menos 3.752 asesinatos de mujeres en México. Solo en el primer mes de 2021, el ONCF registró 67 femicidios. Las mexicanas se han propuesto llegar hasta el mismo palacio de Gobierno con sus reclamos a viva voz, a pesar del muro de tres metros de altura levantado por orden de Andrés Manuel López Obrador. El presidente dijo que con ese cerco, por lo demás simbólico, ha querido evitar incidentes frente a la sede del Ejecutivo.

Argentina y Brasil

Las argentinas también decidieron salir a la calle este 8 de marzo a pesar de la crisis sanitaria, para reclamar la sanción de la Ley de Emergencia en Violencia de Género. El Observatorio Mumalá recopiló 320 casos de muerte violenta de mujeres durante 2020. Cincuenta y cinco niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madres. Tres de cada 10 víctimas habían denunciado a su agresor y no tuvieron la ayuda necesaria,.Días atrás, el ministro del Interior, Wado de Pedro criticó el funcionamiento de los tribunales: "existen muchísimos casos donde por inacción o ineficacia, algunos actores del Poder Judicial tienen responsabilidad directa con los femicidios. De Pedro les reclamó que "se vayan de un poder que requiere perspectiva de género", en medio de una disputa de mayor alcance sobre la reforma del sistema judicial que es resistido por buena parte de ese poder.

Brasil registró en 2020 un total 105.671 denuncias de violencia contra mujeres, informó la pastora evangelista y ministra de de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, Damares Alves. El Gobierno de ultraderecha no ofreció sin embargo cifras totales de los femicidios perpetrados el año pasado. Lo que ya se sabe es que unas 750 mujeres fueron asesinadas en apenas cinco de los 27 estados del país. La Red de Observatorios de Seguridad contabilizó un promedio de cinco mujeres muertas a diario en los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro, Bahía, Ceará y Pernambuco.

En Colombia, en tanto, los femicidios se incrementaron un 6% durante 2020. A las 240 víctimas de ese año se suman los 31 casos de los dos primeros meses de 2021. Perú, por su parte, tuvo 131 femicidios en 2020, mientras que en Venezuela, un país recientemente sacudido por hechos estremecedores, se cometieron 256 asesinatos.

La pobreza y el paro

En la violencia machista se entreveran herencias y hábitos culturales y, a la vez, un contexto socioeconómico que se deterioro mas con la circulación del covid-19 y el confinamiento social. Se calcula que 118 millones de mujeres se encuentran en situación de pobreza en la región. "Son las mas afectadas por el aumento del desempleo, la pobreza y la sobrecarga de cuidados no remunerados", señaló la directora regional para América Latina y el Caribe de ONU Mujeres, María-Noel Vaeza.

La región experimenta situaciones de desigualdad extrema que se pensaban en vías de superación desde que el PIB se derrumbara un 7,2% y el paro global perforara la barrera de los 10 puntos en una región donde, en rigor, la mitad de los empleos son informales. Más del 70% del trabajo doméstico, que engloba a casi el 14% de los empleos de mujeres en la región, se vio afectado por las restricciones de movilidad.

En estas condiciones de precariedad se incrementó la violencia de género hasta contra niñas u adolescentes. "Se estima que por cada tres meses de confinamiento habrá 15 millones de casos adicionales de violencia de género", calculó Vaeza.