Los accidentes en el hogar y durante el tiempo de ocio cada vez son más numerosos. Y la mayoría se produce de la manera más tonta, por imprudencias, descuidos o el azar, según los accidentados. El informe del 2007 sobre percances domésticos y actividades cotidianas, difundido ayer por el Ministerio de Sanidad, cifra los siniestros en 1.754.335. De ellos, 105.260 requirieron hospitalización y 90 acabaron con muerte. Caídas importantes o cortes que derivaron en un choque hipovolémico --gran pérdida de sangre-- motivaron la mayoría de los fallecimientos.

Los datos revelan que el año pasado se produjeron 82.379 accidentes de este tipo más que en el 2004. Etelvina Andreu, directora de Instituto Nacional de Consumo, destacó que, si bien esta siniestralidad no es tan mortífera como la causada por el tráfico o el trabajo, no debe banalizarse, ya que el 36,1% de las víctimas sufren secuelas.

Las caídas en la cocina de mujeres son el prototipo de estos percances. Los aplastamientos, los cortes, los desgarros y las descargas son otros motivos habituales.

El deporte esporádico y lúdico, sobre todo el de equipo y con pelota, es terreno abonado para las lesiones y accidentes masculinos. También los sobreesfuerzos se ceban más en los hombres, en particular durante la práctica deportiva ocasional.

La Rioja y Euskadi son las comunidades autónomas que registran más incidentes de este tipo. En la cola figuran Cantabria, Extremadura, Castilla-La Mancha y Baleares. Los expertos desconocen la razón de estas variaciones, pero Andreu anunció que se seguirá su evolución para determinarla.