--Practiquemos los test. ¿Se saca el carnet a los 61: a, porque le aburre la prejubilación, b, para vender los puntos o c, para seguir dando caña?

--La c, pero ojo que yo soy muy prudente. La verdad es que tengo una parcela y puedo ir y venir en la moto, pero no puedo llevar a la mujer ni la compra.

--Desde luego no parece un jubilado de los que no saben qué hacer con su tiempo...

--Yo qué me voy a aburrir! Ahora pienso sembrar mis tomatitos, mis lechuguitas y darle caña.

--¿Total no habrá dado cañas en 49 años de oficio?

--Y caña. (Se ríe).

-Trabajando desde los doce años no se merece un coche, sino cien.

--Cuando yo empecé en este oficio entraba a las doce de la mañana y salía a las doce de la noche, sin días libres y era todo manual, había que enfriarlo todo a base de hielo picado. Pero me conformo con uno para mi mujer y para mí.

--Un chico de 18 años seguro que le preguntaría cómo ha podido vivir sin carnet. ¿Tanto ha cambiado la vida?

--Bueno es que no me ha hecho falta porque siempre he trabajado aquí, la distancia ha sido corta, y tampoco he tenido tiempo para estudiar. Pero es que antes sólo estábamos a ver si podíamos ahorrar un duro y ahora los chavales tienen de todo.

--Bien que le hubiera gustado dar una vuelta a la Montiel...

--Hombre no en coche, en brazos. Pero por aquí ha pasado también la Jurado y otros muchos artistas, toreros...

--¿Es verdad que lleva más tiempo en la plaza que el Abuelo Mayorga?

--Por supuesto, lo pusieron después. Yo en la plaza estoy desde que eché los primeros dientes porque antes, de los siete a los doce años, fue lazarillo de ciego.

--¿Sería un buen pícaro?

--Ese era el de Tormes.

--¿Lo del coche de San Fernando fue por usted?

--Lo de un rato a pie y otro andando ya es muy antiguo y yo soy más moderno hombre.

--¿Qué tiene de santo?

--La paciencia.

--¿Y de Fernando, Alonso?

--Nada de nada, lo mío es una 49 y además yo nunca corro. Soy muy prudente aunque me haya caído tres veces, que la última vez me tuvo dos meses en reposo con lo que yo soy. Lo importante es llegar.

--¿A quién va a dar el primer viaje con la L?

--Por supuesto que a mi mujer y a mis cinco nietos, que por cierto la mayor también se está sacando el carnet.

--¿Pues se morirá de la risa?

--Ya me reiré yo cuando apruebe, que para eso me tiro todos los días tres horas estudiando y a mi me cuesta más que a los jóvenes aparte de que yo el colegio lo he visto en pintura nada más.

--¡Es un ´crack´ del trabajo!

--La vida mía ha sido prácticamente trabajar y trabajar, pero no me pesa porque he conocido a mucha gente, siempre he tenido amistades por todos lados y las puertas abiertas.