El Homo antecessor no es el antepasado común de neandertales y humanos actuales, como habían reiterado siempre los investigadores de Atapuerca, sino un homínido vinculado a especies asiáticas, emparentado con los restos de Dmanisi (Georgia) y Zhoukoudian (China), según sostiene un trabajo del mismo equipo que publica hoy la revista Proceedings of the National Academy of Sciences . El sorprendente cambio se basa en el análisis y la interpretación de una mandíbula hallada en el 2003 el yacimiento de Gran Dolima, en Atapuerca.

El nuevo maxilar, muy bien conservado, fue hallado en el mismo estrato que los otros restos de Homo antecessor descubiertos en 1994 y 1996 (nivel TD6 o Aurora) y tiene también una antigüedad similar (entre 800.000 y 900.000 años), pero no corresponde a un niño, sino a una mujer de 15 o 16 años.

A raíz de los hallazgos de 1994 y 1996, los investigadores de Atapuerca propusieron una nueva hipótesis para el poblamiento de Europa y Asia: por una parte, un núcleo de Homo antecessor africano emigró hacia Europa hace más de un millón de años, donde evolucionó hasta dar lugar a los neandertales; por otra, la población que permaneció en Africa se convirtió con el tiempo en lo que hoy es el Homo sapiens , nuestra especie, que empezó a colonizar el orbe hace unos 100.000 años. El hecho de que en Africa no se hayan encontrado jamás restos de Homo antecessor dejaba un resquicio para la duda. Y también las herramientas localizadas en Atapuerca, difíciles de atribuir a un origen africano.

Nueva explicación

Ahora todo cambia, explica en el artículo José María Bermúdez de Castro, codirector del yacimiento. La mandíbula ha confirmado "similitudes" claras entre los hombres que poblaron Atapuerca y los de Zhoukoudian y Lantian, ambas en China y de una edad similar. "La mandíbula es un hueso fundamental que todavía no teníamos", dice Carlos Lorenzo, investigador de la Universitat Rovira i Virgili y paleontólogo del equipo de Atapuerca. Por ello, los investigadores apuntan hacia un origen asiático del Homo antecessor , una conclusión menos conflictiva.

La nueva teoría propone que la primera colonización de Europa se produjo hace 1,2 millones de años.