Los abuelos de D.G.S., de 11 años, llevan ya seis meses sin la custodia del niño, después de que los servicios sociales de Oviedo se la retiraron cuando comprobaron que el niño sufría un grave problema de obesidad: a los 10 años ya pesaba más de 100 kilos. Desconsolados ante la pérdida del pequeño, José Sánchez y Consuelo García aseguraron ayer estar destrozados y no entender el motivo de la retirada de la tutela. "Le hemos criado a él y a su hermano desde que nacieron. Son como nuestros hijos", aseguró el abuelo. "Nunca desatendimos al crío, siempre comía de forma adecuada y estaba limpio y aseado", esgrimió llorando la mujer.

José Sánchez recordó el día en que llegó al hospital y se encontró con la cama vacía de su nieto: "Fue horrible ver cómo me lo habían robado". El hombre aseguró que después de su visita matutina, decidió irse a casa a comer y que fue en ese momento "cuando los servicios sociales se llevaron al niño".

El Instituto de la Infancia justificó la medida diciendo que los asistentes sociales se encontraron con un caso extremo de sobrepeso. La directora del organismo, Gloria Fernández, dijo que fue una decisión meditada.