Un accidente en un barco holandés que transportaba fertilizantes frente a las costas de A Coruña despertó ayer el fantasma del Prestige y desató la alarma al detectarse que despedía gases que podían ser nocivos. Finalmente, las autoridades comprobaron que no se había producido ninguna nube tóxica que pudiese afectar a la población.

El carguero holandés Ostedijk transportaba 6.000 toneladas de abono desde Noruega hasta Valencia. A las 2.30 de la madrugada de ayer, cuando estaba a 50 millas de la costa coruñesa, lanzó una llamada de auxilio que hizo pensar que sufría un incendio. Posteriormente se comprobó que, en realidad, se trataba de una reacción química del fertilizante agrícola NPK 15-15-15-C, en una bodega próxima a la sala de máquinas.

Parte del compuesto comenzó a fermentar, elevando la temperatura de la zona y provocando un fuerte olor que dificultaba el trabajo de la tripulación. En las primeras horas se temió que este incidente pudiese desatar una nube de gases nocivos que afectase a la población si llegaba a tierra, algo que descartó el Ministerio de Fomento. Según las informaciones facilitadas por el Gobierno, las emanaciones de la reacción química no son peligrosas en espacios abiertos y, en todo caso, pueden producir irritabilidad y escozor.

El buque detuvo los motores y emitió una llamada de auxilio a la que acudió un barco polivalente, pero "en ningún momento se ha declarado un fuego ni ha habido una emanación de gas nocivo", aclaró el director de Relaciones Institucionales de Fomento, José María Noguerol.

Este portavoz explicó que la situación se controló gracias a las labores realizadas por los expertos de Salvamento Marítimo, que enviaron a la zona dos remolcadores, dos helicópteros con una dotación de bomberos y otra de especialistas con diverso material técnico.

CONTROL DE LA FERMENTACION Tras mantenerlo a una distancia de seguridad de 14 millas respecto a A Coruña, los técnicos controlaron la fermentación y abrieron la bodega para airearla, después de colocar el buque en posición contraria al viento para que las emanaciones no afectasen a sus 12 tripulantes. Estos no necesitaron ser evacuados y mantuvieron en todo momento el gobierno de la nave.

Salvamento Marítimo constituyó un gabinete de crisis desde la torre de control de A Coruña, organismo que se mostró optimista sobre la resolución del incidente. Los expertos dijeron que cuando la bodega se airee, y si las condiciones meteorológicas lo permiten (al cierre de esta edición eran malas, con vientos del noroeste de fuerza cinco y olas de tres metros), el barco podrá seguir su viaje a Valencia.

El NPK 15-15-15- C que transporta el Ostedijk es un fertilizante para usos agrícolas compuesto de nitrógeno, fósforo y potasio. Esta composición no está clasificada como peligrosa por los organismos internacionales.