La explosión registrada en una planta nuclear de Fukushima (Japón), dañada por un seísmo, es el segundo más grave de la historia de la energía nuclear en Japón, clasificado en el grado 4 de la escala internacional de accidentes nucleares (INES). En 1999, un accidente en la central de Tokaimura, provocó la muerte de dos operarios y afectó por radiacion a otras 438 personas.

Japón, una de las potencias nucleares mundiales, tiene el triste recuerdo de haber sido víctima de las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki, en 1945.

El grado 4 de la INES supone daño con "consecuencias locales". El grado más alto lo tiene hasta ahora Chernobil, en 1986, que llegó a grado 7, cuando explotó un reactor nuclear que liberó a la atmósfera unas 200 toneladas de material fisible, lo que supuso una radiactividad equivalente a entre 100 y 500 bombas atómicas como la que fue lanzada sobre Hiroshima.

Japón también ha vivido otros incidentes, como en 1981, cuando una fuga de agua de la planta de Tsuruga dejó expuestas a 300 personas, porque no fue dada a conocer hasta seis semanas después.

Los incidentes más graves mundiales, además de Chernobil, en los últimos años han sido el de Three Mile Island, en Harrisburg, Pensilvania, cuando miles de habitantes fueron evacuados ante la presencia de una nube radioactiva de 30 kilómetros cuadrados. Alcanzó nivel 5 en la INES.