La adicción al tabaco no sólo agrava el riesgo de padecer cáncer de pulmón o bronquitis, sino que también puede producir acné en las mujeres, según un estudio publicado hoy por la revista británica "British Journal of Dermatology". La investigación, llevada a cabo por un equipo de científicos italianos, descubrió que las mujeres fumadoras tienen más riesgo de padecer acné que las que no fuman.

El análisis, realizado entre mil mujeres, reveló cómo el 42,2 por ciento de las fumadoras desarrollaron acné no inflamatorio, en comparación con el 10 por ciento de las que no consumían tabaco. Elaborado por un equipo de investigadores del Instituto Dermatológico San Gallicano, en Roma (Italia), el informe recoge cómo las fumadoras que padecieron acné tenían la mitad de los niveles de vitamina E (beneficiosa para la piel) que las no fumadoras.

El acné no inflamatorio es una forma de esa enfermedad de la piel que se caracteriza por la presencia de poros cerrados en la piel, pequeños quistes y comedones blancos y negros. El supuesto vínculo entre el consumo de tabaco y la presencia de granos siempre ha generado controversia porque son una multitud los factores que contribuyen a la aparición de enfermedades cutáneas.

Aunque los autores del informe admiten que la alteración hormonal, el estrés o factores ocupacionales y medioambientales también juegan en el desarrollo del acné, concluyen que los descubrimientos deberían conllevar a que se incluya el acné no inflamatorio entre las enfermedades cutáneas relacionadas con fumar.