El Ministerio de Sanidad recomendó ayer la extracción de los implantes mamarios PIP (Poly Implants Prothèses), tres años después de retirarlos del mercado por estar fabricados con un gel diferente al declarado y porque presentaban un mayor riesgo de rotura. La recomendación, "de forma preventiva y sin urgencia", explicó una portavoz de Sanidad, ha sido formulada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios tras analizar los prótesis retiradas a 3.000 españolas, que han confirmado una mayor tasa de rotura a los 10 años de ponérselas. También se ha tenido en cuenta el informe realizado por la Comisión Europea, que sigue el caso de estos implantes, fabricados en Francia y exportados a medio mundo. El país vecino pidió hace dos años a 30.000 portadoras que se los quitasen en quirófano.