El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, ha recomendó ayer que, a la hora de comprar un juguete, se compruebe el etiquetado para asegurarse de que cumple con la normativa europea y que los niños puedan disfrutar de ellos de una forma segura.

Acompañado por la secretaria general de Arquitectura, Vivienda y Políticas de Consumo, María Isabel Moreno, y la gerente del Instituto de Consumo de Extremadura, Leonor Martínez, presentó la campaña informativa y de control de seguridad de juguetes que la Junta de Extremadura llevará a cabo esta Navidad.

En este sentido, el consejero aseguró que es importante que el producto esté identificado con su marca comercial, que esté registrada, que recoja el distribuidor y la dirección, que tenga las instrucciones de montaje y que tenga el marcado de la Comisión Europea con las siglas CE.

Asimismo, instó a los consumidores a fijarse en que advierta de la edad recomendada del juguete y que las instrucciones estén escritas al menos en castellano.

A su juicio, esto es necesario porque en los últimos años se ha detectado un número excesivo de juguetes procedentes de fuera de la Unión Europea, mayormente de países asiáticos, que incumplían las normas de calidad y seguridad.

Vergeles alertó que los niños estaban expuestos a riesgos como la asfixia, choque eléctrico o estrangulamiento. «Somos los adultos los que tenemos que velar por la seguridad de los bebés y los niños y extremar su vigilancia durante el juego», agregó.

Para el consejero, los fabricantes tienen la obligación de confeccionar juguetes seguros que cumplan con las propiedades mecánicas y físicas de los materiales.

Para ello, Extremadura tiene en Cáceres uno de los tres laboratorios de juguetes de España, encargado controlar la calidad de estos productos y su seguridad, así como de otros objetos de consumo como artículos de puericultura, ropa infantil o disfraces.

Este laboratorio analiza y estudia los juguetes y emite unas alertas si detecta algún tipo de anomalía, para que se controlen. En tres años se ha reducido a la mitad el número de juguetes que incumplía la normativa, al pasar del 80% p en 2013 al 39,6 en el presente año.