La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre) aconsejó ayer a las mujeres con implantes mamarios PIP (Poly Implants Prothèses) que se sometan a una revisión y que "ante el mínimo signo o duda de posible rotura de las prótesis, éstas sean extraídas".

Estos implantes están retirados del mercado desde marzo, después de que las autoridades francesas detectaran que estaban fabricados con un gel de silicona diferente del exigido y tras existir sospechas sobre su vinculación con algunos casos de cáncer de mama.

Secpre ha recordado que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios publicó en marzo una circular en la que se señalaba que había sido informada por las autoridades sanitarias francesas de la suspensión de la puesta en el mercado, distribución, exportación y utilización de las prótesis PIP.

Informaba además de que habían sido distribuidas en España a través de la filial española de dicha empresa, Poly Implant España, que cesó de su actividad en 2009.

Por ello, instaba a que los centros y profesionales sanitarios que pudieran disponer de estas prótesis, desecharan de forma inmediata su implantación.

La Agencia agregaba que las personas portadoras de prótesis mamarias debían comprobar, a través de la tarjeta de implantación o el informe clínico que recibieron en el momento de la intervención, si sus prótesis correspondían a las PIP.

Si este fuera el caso, o si tuvieran dudas, convendría solicitar cita en el centro en el que se practicó la intervención o con el cirujano correspondiente para planificar un seguimiento correcto y evitar así posibles problemas.