La Generalitat de Cataluña, el Consejo General de Aran y la Officine National de la Chasse et de la Faune Sauvage de Francia han puesto en marcha un dispositivo para intensificar las medidas para disuadir a Goiat, un oso pardo de origen esloveno que fue liberado en junio del 2016 para frenar el acuciante problema de consanguinidad de la especie en el Pirineo.

Según ha informado el Departamento de Territorio, el dispositivo consiste en utilizar balas de goma o caucho, tiros desde cerca, ruidos, luces así como el uso de repelentes o electricidad cerca de sus presas para que, cuando el oso se acerque al ganado, tenga una experiencia aversiva severa y modifique su comportamiento.

El análisis del equipo de seguimiento transfronterizo ha constatado que Goiat presenta un comportamiento "predador anómalo" por su intensidad y tendencia a atacar a ganadería equina, que suele pastar sin vigilancia y fuera de vallas de protección.

No busca la presencia humana

Por el contrario, explican, no presenta otros comportamientos que podrían considerarse problemáticos, ya que no busca ni está habituado a la presencia humana, no ataca reiteradamente ni presenta un comportamiento "claramente agresivo espontáneo reiterado", con aproximaciones directas y gestos, miradas y movimientos inequívocos que podrían acabar en ataques.

La tendencia de Goiat de evitar los rebaños de ovino vigilados por perros de protección y pastor, explican, demuestra la efectividad de esta medida preventiva que hace años que ya se aplica.

Concretamente, desde el mes de abril, se han registrado un total de trece ataques de este ejemplar, de los cuales, uno tuvo lugar en Francia, a principios de mes. Los últimos se han producido esta misma semana en el Valle de Aran, causando 15 bajas en la ganadería: 6 yeguas y 4 potros, 4 ovejas y 1 cabra.