La Junta de Andalucía ha anunciado esta tarde que ha activado el Protocolo de Vigilancia y Alerta, tras la confirmación de un caso de fiebre del Nilo Occidental en un ciudadano francés que había viajado a Andalucía.

Este caso ha sido confirmado por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, de sus siglas en inglés), por lo que la Junta de Andalucía ha activado el mencionado protocolo "siguiendo las recomendaciones de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica", según un comunicado de la administración andaluza.

Este protocolo incluye informar a los centros de atención primaria y hospitales, en este caso de Huelva y de Sevilla, las zonas visitadas por el ciudadano francés diagnosticado.

Esta enfermedad la transmite un mosquito cuyo periodo de actividad comprende desde abril a finales de noviembre.

Cuando el caso aparece en una persona, se establecen medidas de prevención en el ámbito de la donación de sangre, a través de una prueba que se realizará a la sangre extraída para determinar si contiene el virus del Nilo Occidental.

La fiebre por el virus del Nilo Occidental es una enfermedad transmitida por picadura de mosquitos que en un 80 por ciento de los casos cursa de manera asintomática y el resto con carácter leve, similar un proceso gripal.

La enfermedad dura entre 2 y 5 días y la recuperación del afectado suele ser completa y no existen vacunas o medicamentos para evitarla o tratarla específicamente, según la Junta.

En menos de un uno por ciento de los casos, las personas desarrollan una meningitis o meningo-encefalitis, entre otras complicaciones que ocurren con mucha menor frecuencia.

Los factores de riesgo para el desarrollo de un tipo más severo de la enfermedad son tener el sistema inmunitario debilitado o, a edades más avanzadas, presentar algunas enfermedades crónicas.

La mejor medida para prevenir y protegerse frente a esta enfermedad es el uso de repelentes registrados para uso doméstico, sobre todo por la tarde y la noche y, en caso de usar aerosoles de insecticidas, airear bien las habitaciones.

También son efectivos los difusores eléctricos antimosquitos, "que deben usarse siempre con las ventanas abiertas al menos cuando se pernocte en ellas", según la Junta.

En Europa se han confirmado en esta temporada 22 casos en humanos en los países miembros y 45 en países fronterizos.

El primer caso de esta enfermedad detectado en España en humanos fue 2004. En Andalucía, los anteriores casos tuvieron lugar en 2010 y afectó a dos personas de 60 y de 77 años, vecinos de la provincia de Cádiz y que evolucionaron favorablemente tras su ingreso en centros hospitalarios.

El primero de los contagiados por este virus fue un hombre de 60 años, vecino de Chiclana y que fue tratado en el Hospital de Puerto Real, donde ingresó con síntomas de meningitis y que recibió el alta en septiembre de 2010, tras varios días de hospitalización.

El segundo enfermo detectado en este brote fue otro varón, de 77 años, vecino de Benalup-Casas Viejas, quien también fue tratado con síntomas de meningitis en el Hospital de Puerto Real y que fue dado de alta en octubre de 2010.

Para la vigilancia y control de esta enfermedad, la Junta de Andalucía mantiene un protocolo en el que colaboran varias consejerías y una de sus normas consiste en la realización de análisis anuales a la avifauna que emigra a África por la comunidad autónoma, ya que suele actuar como reservorio de esta enfermedad.

Uno de estos últimos estudios comprobó la existencia de este virus en el 7 por ciento de 213 aves analizadas.