La actual legislación apenas deja vías para que esa enorme y creciente bolsa de ´sin papeles´ acceda a la legalidad. Desde que el año pasado se puso en marcha la contratación en origen a través del contingente anual, permanece cerrada la regularización ordinaria para quienes residen en España, salvo en casos excepcionales. El Gobierno ha reiterado, por otra parte, que no hará nuevas regularizaciones extraordinarias. La única esperanza es el permiso por arraigo, una vía posible para los que ya llevan tres años en España para el resto, ni eso. El Gobierno amagó con eliminarla pero luego rectificó y todo sigue igual.