Los sindicatos y las empresas de limpieza de Madrid alcanzaron un acuerdo cerca de las 02.00 de la madrugada, después de 11 días de huelga y tras una reunión negociadora que se inició ayer a las 18.00 horas en un hotel de la capital. Un portavoz de CCOO confirmó la noticia a Efe. Antes de esa confirmación, un grupo de sindicalistas había salido de la sala eufórico y dando gritos de victoria. Hasta que se formalice el acuerdo y los trabajadores se reincorporen a sus puestos, estaba previsto que a las 06.00 horas un equipo formado por 200 operarios de la empresa pública Tragsa empezase a recoger la basura, que cubre las calles de Madrid.

Al cierre de esta edición se desconocían los acuerdos alcanzados, aunque durante las primeras horas representantes de las empresas OHL-Ascan, FCC y Sacyr-Valoriza presentaron una nueva propuesta después de que los sindicatos rechazaran una reducción de los 1.134 despidos previstos a 296, pero que iba acompañada de rebajas salariales y cambios en las condiciones laborales. Los sindicatos exigían la retirada de los ERE.

La tensión presidió la jornada de ayer mientras toneladas de basura se amontonaban en las calles. Una vez vencido el ultimátum municipal de 48 horas para que las concesionarias y los sindicatos llegaran a un acuerdo, el ayuntamiento encargó ayer, pasadas las cinco de la tarde, a la empresa pública Tragsa que asumiera los servicios mínimos a partir de esta madrugada. Estos estaban fijados en un 40%, del que según el consistorio solo se ha ejecutado el 60%.

PROTECCIÓN

El ayuntamiento y el ministerio pidieron a la Delegación del Gobierno que enviase patrullas policiales para proteger a esos trabajadores ante el temor de que se produjesen altercados. CCOO había expresado su deseo de que no hubiese heridos si Tragsa reventaba la huelga. Los sindicatos estimaban que la contratación de Tragsa suponía un intento ilegal de violar el derecho de huelga y sustituir a unos trabajadores en paro por otros. A su juicio, solo sería posible si se hubiese declarado una alerta sanitaria.

Hacia las siete de la tarde, dos horas después del límite del ultimátum municipal, Sanjuanbenito presentó ante el juzgado de guardia una denuncia por el incumplimiento de los servicios mínimos y por diferentes hechos vandálicos, que según el ayuntamiento han causado daños por valor de más de 573.000 euros. También denunció coacciones a los trabajadores que querían trabajar. Durante la huelga se han producido 19 detenciones.