Los que le conocen aseguran que es un joven guapo y sin demasiados problemas para ligar. Sin embargo, tras finalizar su última relación sentimental con una joven colombiana, el pasado mes de noviembre, Juan José Pérez Rangel, de 24 años, presunto autor de los crímenes del Putxet, acudió a una agencia matrimonial de Barcelona. Quería encontrar novia. Su primera cita concertada se celebró una tarde entre los dos crímenes que se le imputan.

La juez de guardia decretó ayer su ingreso en prisión sin fianza al entender que hay "suficientes indicios" de que sea el autor de los crímenes. La magistrada imputa al acusado dos delitos de asesinato y otros dos de robo con violencia.

Fuentes judiciales explicaron que, pese a no disponer de la confesión del detenido, la policía ha presentado pruebas concluyentes en su contra. Por eso, la juez, que también tuvo en cuenta la alarma social generada por el caso, consideró que el ingreso en prisión preventiva estaba justificado.

Fuentes judiciales explicaron que la defensa asegura que la policía da por ciertos muchos aspectos que todavía hay que probar. Por ejemplo, la defensa argumenta que la sangre encontrada en las zapatillas deportivas de Juan José Pérez puede no ser de las víctimas porque su padre las usaba para ir de caza.

INVESTIGACIONES

Juan José Pérez ingresó a primera hora de la tarde de ayer en la prisión Modelo de Barcelona. Las investigaciones continúan bajo secreto de sumario.

El acusado por el doble crimen del párking ha tenido dos relaciones sentimentales que se pueden considerar estables. Con la primera novia compartió durante dos meses un apartamento en el barrio del Putxet.

Su última relación sentimental la mantuvo con una joven colombiana. La pareja decidió cortar el pasado noviembre. Quedaron como muy buenos amigos.

A falta de los análisis psicológicos que elaboren los forenses encargados del caso, los agentes que han podido tratar al detenido estos días están convencidos de que en la personalidad de Juan José Pérez existe algún problema serio con las mujeres. Su agenda del teléfono móvil está repleta exclusivamente de números de mujeres, así como otras agendas de papel que los investigadores han encontrado en su habitación, donde guardaba numerosas fotos, pero sólo de chicas.

En los últimos meses, el detenido empezó a consumir cocaína, pero de forma esporádica, sólo cuando salía de fiesta.