El joven de 19 años acusado de matar a golpes en 2007 a un bebé, hijo de su compañera sentimental, después de que le hiciese perder una partida a la videoconsola, reconoce que no hubiese agredido al menor de no haber estado "enganchado" a este juego.

En la celebración del juicio con jurado popular que comenzó ayer, Luigi D. G., de nacionalidad dominicana, asegura que su actuación fue fruto de la "locura" y dice estar "muy arrepentido". Además, no pensaba que le hubiese causado la hemorragia interna que acabó con la vida del bebé, porque "en ese caso hubiese ido corriendo al hospital".

Los hechos ocurrieron mientras jugaba a la videoconsola y el pequeño introdujo una mano en los mandos de ésta e hizo perder la partida al acusado por lo que golpeó varias veces al niño causándole un traumatismo abdominal provocado por una hemorragia intraabdominal.

La Fiscalía de la Audiencia de Tarragona considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con la concurrencia de la agravante de parentesco, y pide para el inculpado una pena de 20 años de cárcel al considerar el crimen un asesinato con el agravante de parentesco. Asimismo, solicita que indemnice a la madre de la víctima con 95.000 euros.

La acusación popular, ejercida por la Generalitat, y la acusación particular coinciden en la petición del fiscal de la pena. Por su parte, la defensa reclama la libre absolución de su cliente o, en su defecto, la condena por un homicidio imprudente.

La primera sesión del juicio vivió momentos de tensión protagonizados por los familiares de la víctima que increparon y amenazaron al acusado cuando estaba a punto de entrar a la sala. Al finalizar el juicio, cuando el vehículo policial llevaba al detenido a prisión, los familiares se abalanzaron sobre el coche mientras le gritaban "asesino, tendrás que morir".