La vista oral del denominado caso de las 'herriko tabernas' ha comenzado este jueves a mediodía, con dos horas de retraso, debido a la dificultad de identificar y ubicar a los 36 encausados y 110 responsables de las sedes sociales de la izquierda aberzale. En nombre de los imputados, Karmelo Landa ha declarado antes de entrar en la Audiencia Nacional que están deseando "que esto acabe pronto para volver a Euskal Herria y seguir trabajando por la paz".

Aunque los primeros testimonios no se escucharán previsiblemente hasta este viernes, los procesados han adelantado los argumentos que han venido defendiendo en las últimas semanas. En su opinión, el caso tiene una "evidente motivación política" y consideran que la acusación no se soporta en prueba alguna. Con su habitual tono reivindicativo, Landa ha proclamado que "el Gobierno no acaba de asimilar que la izquierda aberzale es legal". Por su parte, la Fiscalía asegura que los imputados, todos ellos vinculados a la antigua Batasuna, idearon un sistema para financiar a ETA a través de las 'herriko tabernas'.

Este proceso penal fue abierto en el 2002 por el entonces juez instructor de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, y ahora recae la responsabilidad de juzgarlo en el tribunal presidido por Ángel Hurtado. El fiscal, Vicente González Mota, solicita 12 años de prisión para Joseba Permach y Rufi Etxeberria, como dirigentes de la organización terrorista, y reclama penas de entre 10 y 8 años para el resto, entre los que figuran otros dirigentes de la izquierda aberzale como Floren Aoiz, Joseba Alvarez, Juan Cruz Aldasoro, Kepa Gordejuela o Karmelo Landa

Error con una asociación de ayuda a prostitutas

Durante esta primera jornada, el fiscal ha admitido la petición de las defensas de excluir a dos de los acusados porque sus delitos de integración en banda terrorista estarían prescritos, aunque el tribunal tendrá la última palabra. De igual forma, la Audiencia Nacional ha acordado apartar del juicio a la asociación de ayuda a mujeres prostitutas Askabide, que fue confundida por error con una herriko taberna con el mismo nombre.

La anécdota de la jornada la ha protagonizado la secretaria judicial, que se ha visto obligada a recitar una larguísima lista de apellidos vascos. Tras trabarse en varias ocasiones, se ha disculpado: "Ya me pueden perdonar, pero no sé vasco. Soy de Albacete".

Finalmente, los dos últimos lendakaris del PNV, Iñigo Urkullu y Juan José Ibarretxe, y el actual presidente del PSE, Jesús Eguiguren, no tendrán que comparecer como testigos en el juicio. Sus testimonios habían sido solicitados por las defensas de los 36 imputados, pero el tribunal ha obligado a los letrados de la defensa, encabezados por Iñigo Iruin, Jone Goirizelaia y Kepa Landa, a recortar su lista inicial. Su intención era llamar al estrado a 60 testigos entre los que figuraban, además de los tres citados, el líder del Sinn Fein, Gerry Adams, el portavoz del PNV en el Parlamento vasco, Joseba Egibar, los dirigentes de ERC Josep Lluís Carod-Rovira y Joan Ridao y el excoordinador de Ezker Batua Javier Madrazo.

Sin embargo, tras las indicaciones del tribunal, han reducido la lista de testigos a 10 personas vinculadas a la izquierda aberzale, entre quienes se encuentran el miembro histórico de HB Francisco Letamendia 'Ortzi', el fundador de Aralar Patxi Zabaleta o el jurista Miguel Castells. Las defensas pretenden demostrar que los procesados no actuaban bajo las órdenes de ETA, sino que por el contrario pusieron en marcha en 2009 una estrategia orientada al final de la banda terrorista y la asunción de vías exclusivamente pacíficas.