Las tabacaleras establecidas en España contrataron a médicos y científicos para minimizar el efecto nocivo del tabaco y expandirse en España en los últimos 30 años. Esa es la principal conclusión del informe elaborado, a partir de documentos del sector, por los doctores Francisco Soto Mas, de la Universidad de Texas, y Joan Ramon Villalbí, de la Agencia de Salud de Barcelona.

Un responsable de Philip Morris en España, ampliamente citada en el informe, rechazó comentar la acusación. "Desde hace más de una década, nuestra política se basa en el diálogo y no en la confrontación. Además, ese estudio incide en temas recurrentes y no revela nada nuevo", aseguró el portavoz de la tabacalera.

En Cambio, Villalbí, coautor del informe, insistió ayer en que esas compañías ficharon a médicos, científicos, economistas y periodistas "para manipular a la opinión pública" para favorecer el consumo de tabaco, y que lo hicieron "por presiones o a cambio de favores".

El médico catalán, que se ratificó en su informe, aseguró que esos profesionales fueron utilizados en campañas en favor del tabaco. El dictamen subraya que algunos dijeron que el humo ambiental no es nocivo, que fumar es un acto libre, cuando es muy difícil dejarlo, o que la nicotina no es un droga.

Los autores del informe implican a Philip Morris en la creación en 1990 de un lobi denominado Club de Fumadores por la Tolerancia. Ese grupo, sostienen los autores, "fue utilizado en campañas para fomentar el tabaco", y también para subrayar la importancia del sector en la economía española.