Los científicos nucleares que regulan el llamado reloj del juicio final adelantaron ayer sus manecillas para advertir al mundo que hay un mayor riesgo de hecatombe atómica o climática, y que se acerca la que llaman la Segunda Era Nuclear .

Esta es la cuarta ocasión desde el fin de la Guerra Fría en que se adelantan las agujas de este reloj, situado en la Universidad de Chicago, y creado en 1947 por un grupo de científicos preocupado por el posible estallido de una guerra nuclear, del que formó parte Albert Einstein.

Inicialmente sus agujas marcaban las 23.53 horas, a siete minutos de la "medianoche" del eventual día del Apocalipsis o del Juicio Final, y desde entonces se adelantaron o retrasaron 18 veces, incluida la de ayer.

En esta ocasión, los expertos que integran la revista Boletín de los Científicos Atómicos han decidido adelantarlas dos minutos, de las 23.53 a las 23.55 de la noche, lo que representa que estamos a cinco minutos de la hecatombe.

Las razones que han llevado a este cambio son las "crecientes preocupaciones sobre una Segunda Era Nuclear marcada por graves amenazas", señalan en un comunicado.

Entre las amenazas más acuciantes, citan las ambiciones nucleares de Irán y Corea del Norte o los materiales atómicos sin garantías de Rusia y otros países.

Lo más novedoso es que los científicos alertan también de que "los peligros que plantea el cambio climático son casi tan graves como los de las armas nucleares".

"Como ciudadanos, tenemos la obligación de alertar a la opinión pública de los riesgos innecesarios que vivimos cada día", alegan.