Las personas con obesidad diagnosticada que siguen una rigurosa dieta mediterránea pierden peso, aunque incorporen la abundancia de aceite de oliva y los frecuentes pucheros de legumbres previstos en ese modelo nutricional. Así lo han demostrado los resultados preliminares del estudio que se coordina desde el Hospital Clínic, y para el que los más destacados expertos en nutrición de nueve comunidades pretende reunir a 9.000 ciudadanos comprometidos a seguir con seriedad, y durante cinco años, una alimentación que cumpla los criterios de la dieta mediterránea.

Reclutados 770 participantes, los investigadores comprobaron si estaban en la dirección correcta. Analizadas la sangre y la orina de los candidatos, confirmaron que el estilo dietético mediterráneo les protege el corazón y que, aunque parezca lo contrario, no engordan. "Teníamos una gran prevención con ese punto, porque el 90% de los participantes sufren obesidad --dice Ramon Estruch, director del estudio--. No hay problema, porque adelgazan. Todo depende de la cantidad y calidad del aceite que tomen".

El prejuicio sobre el aceite no es el único error que envuelve a esta dieta. Citar los grupos de alimentos que componen el concepto de menú mediterráneo no siempre es suficiente para saber de qué se compone y cómo se aplica. De hecho, sostienen los médicos, muy pocos españoles saben de qué se trata. En muchas casas, hace años que se ha olvidado cuál es la temporada idónea para el cultivo del pimiento verde o qué valor culinario tiene el lenguado enano. Y esos detalles son importantes en este patrón dietético.