El sábado, 3 de abril, nuestra compañera María Victoria Chapado nos dejó y lo hizo con la misma serenidad y valentía con la que ha vivido la última etapa de su vida. Esa etapa, en la que ha luchado con todas su fuerzas contra una grave enfermedad pero la enfermedad ha vencido.

Querida Chapi donde quiera que te encuentres piensa que, aunque hoy lloramos tristes y apenados tu marcha, siempre estarás con nosotros, nos queda el recuerdo de tantos momentos compartidos, de esas risas, de tu carcajada tan especial que perdurará en nuestra memoria, de ese saber disfrutar de las pequeñas cosas, de los pequeños placeres de la vida, que para muchos podrían resultar insignificantes...

Querida Mariví, qué suerte haberte conocido.

Tus compañeros del hospital Virgen de la Montaña.