El ADN determinará la autoría del doble crimen de Santa Susanna. Los Mossos d´Esquadra piensan cotejar las muestras encontradas en la casa donde fueron asesinados los ancianos Luigi Saccomanno y Teresa Solé, el pasado día 26 de diciembre, con información biológica de los cinco detenidos. Entre ellos se encuentran una hija de los fallecidos, Catalina G. S., Katy, --que conserva el apellido del primer marido de su madre--; el compañero de Katy, Julio O., y una nieta de los asesinados, Lídia V. G., hija de Katy y Francesc V., quien halló los cadáveres.

La policía propondrá a la juez de Arenys de Mar que se efectúen esos exámenes ante la falta de pruebas determinantes. Además, los cinco han negado su participación en los crímenes. Los investigadores esperan que hoy, en su comparecencia ante la juez, los detenidos sean más explícitos, ya que han entrado en algunas contradicciones.

Fuentes de la investigación insistieron ayer en que la disputa por una herencia y los celos son el móvil más plausible de los asesinatos, como adelantó este diario. Los Mossos barajan la hipótesis de que alguno o varios de los familiares acudieron a la casa de los ancianos, porque no se encontraron puertas ni ventanas violentadas. Eso induce a pensar de que las víctimas franquearon la entrada de sus asesinos muy probablemente porque eran personas conocidas y que, por tanto, les merecían confianza. Los otros dos apresados son allegados de la familia.

El crimen ha causado conmoción, porque el 26 de diciembre se celebraba un reencuentro entre la fallecida y su hija del primer matrimonio, a la que no vio en 30 años.