La investigación de la muerte de Sonia Carabantes ha dado un giro inesperado tras el análisis de unas muestras de ADN de piel localizada bajo una uña de Sonia Carabantes y en una colilla localizada cerca del cadáver.Las pruebas de estas muestras de ADN vinculan la muerte de la joven de Coín con el fallecimiento, hace ya cuatro años, de Rocío Wanninkhof. Tras la muerte de Rocío la Guardia Civil localizó una colilla en la que se ha encontrado el mismo ADN que en el caso de Coín, informa la Cadena SER.Además la emisora de radio informa de que Sonia Carabantes no fue agredida sexualmente como se creyó en un principio. La agresión sexual era la primera hipótesis de la investigación de su muerte.