El teléfono móvil podría dejar de ser un tabú en los vuelos en avión. Diversas pruebas paralelas de American Airlines, Lufthansa y el consorcio europeo Airbus con las autoridades de aviación civil estadounidenses y alemanas demuestran que hablar por el móvil y enviar mensajes no afecta a los instrumentos de vuelo, como se sostiene ahora. Sin embargo, el operativo requiere de un sistema especial que asegure la cobertura a grandes velocidades y alturas, y que controle la señal.

La opción que estudian Lufthansa y American Airlines no se permitiría en momentos considerados críticos, es decir, durante el aterrizaje y el despegue, y se facturaría al usuario de modo especial. La World Airline Entertainment Association, que agrupa a un centenar de aerolíneas, considera las comunicaciones por móvil en aviones como una línea de desarrollo y en ella trabajan compañías como Verizon Airphone, Tentzing, Airbus y Aircell. Algunas compañías de EEUU ya permiten usar el móvil cuando el avión está moviéndose en pista.

POLITICA CONSERVADORA "Hemos realizado pruebas en aviones Jumbo con potencias 25 veces superiores a las que emite un teléfono móvil y no han afectado los instrumentos de vuelo", dijo a este diario el viernes un portavoz de Lufthansa. "Hasta ahora hemos sido muy conservadores sobre dispositivos electrónicos a bordo porque no sabíamos si podía afectar", añade. American Airlines ya ha realizado vuelos de prueba con prensa. Airbus hizo la misma prueba en un vuelo local en Tolouse utilizando tecnología de Icarelink.

El sistema desarrollado por Lufthansa y el Centro Alemán Espacial y de Aviación, en colaboración con Siemens, y el que ha ensayado Airbus, precisa de una antena especial que canaliza todas las señales del interior del avión y las envía a un satélite. Desde allí, éste conecta con una estación en tierra, y de ahí a teléfonos fijos y móviles.

Se recurre al satélite porque las redes móviles no están pensadas para usarse desde tanta altura ni a la velocidad de un avión, que exige un cambio de celda más veloz. "Los móviles no siempre emiten a la misma potencia, que aumenta cuanto más lejos están de la antena emisora", explica Ramón Agustí, director del máster en comunicaciones móviles de la Universidad Politécnica de Cataluña. "No es que interfieran en la frecuencia que utilizan las comunicaciones en los aviones, pero sí pueden interferir en los equipos --añade--. Por eso, y por seguridad, se prohíben".