TEtxtremadura tiene un aeropuerto donde un miércoles como hoy aterrizan y despegan ocho vuelos que comunican con aviones modernos la región con Barcelona y Madrid. Además, cuenta con un buen aparcamiento gratuito y queda a 65 minutos de Cáceres por carretera, a un rato de Mérida y Almendralejo por autovía y a un instante de Badajoz. Hemos sido los primeros en criticar sus vergonzantes accesos y la inexistencia de transporte urbano que lo comunique con Badajoz, pero cuenta con los servicios lógicos para su tamaño y los embarques se realizan con rapidez.

Sin embargo, los extremeños despreciamos nuestro aeropuerto y no lo tenemos en cuenta a la hora de planificar nuestros enlaces a cualquier lugar del mundo. Además, estudiando las ofertas y comprando con previsión, se consiguen billetes a buen precio. Es cierto que no vuelan desde Badajoz compañías baratas, pero es que sólo lo hacen desde aeropuertos estratégicos: Santander, Valladolid y Oporto en el noroeste. Despreciamos nuestro aeropuerto por inercia y con ello facilitamos que el gobierno central también lo desprecie: en los últimos cinco años, Fomento ha destinado sólo 700.000 euros a nuestro aeropuerto, a pesar de sus 50.000 viajeros anuales, mientras invierte 20 millones en Logroño (10.000 viajeros), cuatro millones en Córdoba (15.000 viajeros), cinco millones en León (25.000 viajeros) o 750.000 euros en Salamanca (17.000 viajeros). Moraleja: si somos los primeros en despreciarnos y no nos queremos a nosotros mismos, nadie vendrá de fuera a querernos.