Puestos a rizar el rizo, ¿por qué no una boda secreta? El diario británico The Sun publicó ayer que Jennifer López y Ben Affleck (en la foto, el pasado mayo) han contraído matrimonio en la intimidad, en un claro corte de mangas a la prensa que hace unos días decía que habían roto. La prueba que esgrimía como definitiva el periódico era un anillo que Affleck lució en un partido de béisbol en Boston.

El protagonista de Pearl Harbour acudió al estadio de los Boston Red Sox para hacer el saque de honor y deslumbró a los asistentes con el poderío de su sonrisa --el actor tiene fama de desaborido y verlo sonreír tiene su aquel-- y con los quilates de la sortija de oro que lució en la mano izquierda, la que soporta el peso del anillo de casado.

La aparición de la presunta alianza en la mano del actor paró las rotativas de los tabloides. ¿Y si los divos se habían casado sin decírselo a nadie?

En España, la revista Interviú publicó ayer una entrevista en profundidad con Tammy Morris, una modelo y aspirante a actriz que afirma haber participado en una orgía con el actor en Vancouver (Canadá) hace unas semanas, durante un descanso del rodaje de la nueva película de Affleck. "Nos lo hicimos con otras tres chicas", sentencia Morris. Y añade: "Fue muy fácil, nos conocimos en un club de estriptís, congeniamos de inmediato, nos fuimos a pasarlo bien... Y todo eso". Por decir, que no quede.