La crisis ha llevado a la agencia Atrápalo a introducir la imaginativa fórmula del pago por satisfacción. El sistema consiste en que el cliente reserva en la web el viaje --de entre una selección de 300 ofertas--, lo disfruta, y al regreso fija el precio que juzga oportuno y lo abona. Y si opina que el viaje no valió nada, no paga nada.

¿Cuál es el truco? Atrápalo asegura que no hay. Esto es una prueba piloto con solo 600 plazas por cada propuesta. La agencia parte de la base de que la mayoría de la gente es honrada y pagará lo que considere justo. Es más, la compañía se plantea ampliar la fórmula a otros ámbitos de su oferta.