El joven Sergi Xavier M. M., de 21 años, ha justificado hoy su agresión a la joven ecuatoriana el 7 de octubre en un tren de los ferrocarriles de la Generalitat afirmando que "estaba muy borracho" y que nunca había tenido un comportamiento similar, "ni racista ni nada". El joven, que vive con su abuela y su padre en la Colonia Güell de Santa Coloma de Cervelló (Barcelona), ha dicho en declaraciones a Efe TV: "no sé lo que pasó, iba borracho y punto. Ni me acuerdo casi de lo que pasó. Cuando tú vas borracho, depende cómo vayas, no sabes lo que haces".

Sergi Xavier M. M. se ha encarado en un principio con los medios de comunicación concentrados ante la puerta de su domicilio, dirigiéndoles palabras soeces y asegurando: "la mitad de las cosas que estáis diciendo de mí son mentiras." "Ni me acuerdo casi", ha dicho después, y ha reconocido: "se me ha ido la olla pero mucho", y ha asegurado que nunca había tenido un comportamiento similar, "ni racista ni nada".

La agresión tuvo lugar el día 7 de octubre en el trayecto de Plaza España a Martorell, poco antes de llegar a la estación de "Colonia Güell", donde el agresor se apeó, y a consecuencia de ella la menor agredida se encuentra en tratamiento psicológico. El agresor ha aprovechado la presencia de los medios para pedir perdón a la joven ecuatoriana, "porque no se merecía lo que le hice", además de afirmar: "claro que me siento responsable, la culpa es mía". Sergi Xavier M. M. fue detenido por la Guardia Civil el pasado viernes, 19 de octubre, a la entrada de su domicilio, y se encuentra en libertad a la espera de juicio, sobre el que ha dicho: "no sé lo que pasará, ya se verá", para afirmar después que afrontará "lo que sea, claro, qué remedio me queda".