La tragedia se trasladó 15 portales en la calle de Santa Engràcia. Del número 50, donde el martes murieron dos bebés recién nacidos (su madre quedó ayer en libertad pendiente de juicio), al número 20, donde ayer un episodio de violencia doméstica concluyó con un hombre --el presunto agresor-- muerto por una puñalada y con una mujer herida grave tras caer del balcón de un segundo piso. El individuo, un español de unos 50 años, y la mujer, una cubana de unos 20 años, habían sido pareja, aunque ya no estaban juntos.

Poco antes de las diez de la mañana unos gritos desgarraron la tranquilidad matutina de los vecinos que comenzaron a agolparse ante un balcón del segundo piso. Pese a que el toldo verde estaba echado, por un lateral se podía ver perfectamente la violenta agresión que un individuo armado con un cuchillo --algunos testigos sin embargo sostienen que era un destornillador-- a una mujer que también llevaba un arma blanca. Llegaron a arrojar objetos contra el hombre para que dejara de agredirla.

"Ella intentaba defenderse pero él la acorralaba contra la barandilla y le iba lanzando cuchilladas", contó una testigo que explicó que "de repente ella intentó huir por el balcón". "Se cogió por fuera de la barandilla mientras él la iba golpeando en las manos. De pronto cayó", añadió. Dos hombres, que estaban abajo, intentaron amortiguar su caída contra la acera. Otro testigo explicó que, pese al golpe, la mujer no perdió la conciencia y que no paraba de repetir "mi hijo, mi hijo", en referencia a su vástago, de tres años.

El agresor salió del pisó corriendo escaleras abajo, pero los vecinos le bloquearon la puerta y regresó a la vivienda. Cuando llegó la patrulla, lo encontraron con una herida de arma blanca en el pecho. A los pocos minutos, murió. El trabajo de los investigadores consiste en determinar si la herida mortal se la hizo la mujer en la pelea o si se suicidó al verse atrapado.