Cuarenta y ocho horas después de sufrir un accidente de tráfico que la ha obligado a aplazar su primera actuación en solitario, Ainhoa echó mano ayer de sus reservas de optimismo para reírse de su mala fortuna. "Creo que estoy gafada", afirmó ayer a este diario desde la casa de sus padres en Bilbao. No es para menos. La ganadora de OT 2 tuvo que someterse al salir de la Academia a una operación para extraerse unos pólipos de las cuerdas vocales. Y ahora esto.

"He vuelto a nacer. El conductor se durmió. ¡Qué se le va a hacer! Por lo menos estamos vivos", se consolaba ayer la cantante. Ainhoa viajaba el domingo en dirección a Campillos (Málaga) en una furgoneta con su asistente personal y algunos músicos y bailarines del espectáculo, cuando el vehículo se salió de la carretera y dio varias vueltas de campana. La cantante, que tenía previsto iniciar su gira en solitario en Campillos, sufrió un golpe en la rodilla derecha y una contractura cervical en el trapecio derecho.