Aviones que vuelan demasiado cerca, algún aterrizaje abortado, desapariciones del radar, atascos en el barro e incluso una supuesta amenaza terrorista el 11-S- El Air Force One, el avión presidencial de EEUU, no se ha librado de algunos percances, pero nunca ha tenido un accidente o ha sufrido un ataque.

Aunque el nombre de Air Force One se aplica en EEUU a cualquier avión en el que viaje el presidente, actualmente hay dos Boeing 747 especialmente destinados a los vuelos del inquilino de la Casa Blanca. En cada viaje hay dos pilotos, un navegador y un ingeniero, una tripulación de 26 personas y capacidad para 76 pasajeros.

De su sistema de seguridad, en gran parte clasificado, se tienen detalles como los que ofrece en el libro Air Force One el periodista Kenneth Walsh, que ha viajado en más de 200 ocasiones con el presidentes. Se sabe, por ejemplo, que el avión está dotado de sistemas diseñados para desviar misiles, y el fuselaje está también equipado para protegerse de frecuencias electromagnéticas en caso de ataque nuclear, lo que, en ese escenario, permitiría al avión mantener su capacidad de comunicación. Hay protocolos de seguridad que se aplican siempre, como el cierre del espacio aéreo cuando un Air Force One va a aterrizar o despegar. IDOYA NOAIN