Como temían los investigadores, con la irrupción de Julián Muñoz e Isabel Pantoja, la operación no volvió a ser igual. Su aparición dio un aire rosa a la investigación y diluyó el grave atraco sostenido durante 15 años a Marbella. La cantante es una pieza secundaria en toda la trama Malaya, y aunque ni siquiera se sienta ahora en el banquillo, la gente sigue identificándola con el caso, de ahí los centenares de periodistas que acamparán ante la sala a partir de mañana.

Muñoz, como el resto de exconcejales, está acusado de recibir dinero de Roca a cambio de seguir sus indicaciones en la Junta de Gobierno para aprobar convenios urbanísticos. En su afán por aprender del maestro acabó montando su propia trama de blanqueo, aunque en versión más rudimentaria y con bolsas de basura llenas de billetes, como se encargó de difundir su exmujer, Maite Zaldívar, que al igual que la cantante miraba para otro lado sin preguntarse cómo una nómina municipal permitía tan alto tren de vida.

Ambas mujeres están acusadas de encubrir el patrimonio ilegal de Muñoz, y el ayuntamiento ha pedido para ellas tres años y medio de cárcel.