Los presidentes de las cámaras de Ansiao, Figueiró dos Vinhoss, Pedrogao Grande y Pombal criticaron ayer "la falta de seguridad" del Itinerario Complementario (IC) 8, donde el domingo por la mañana un autobús extremeño sufrió un accidente que se cobró la vida de 11 pasajeros y otras 33 personas resultaron heridas, todos ellos portugueses. Estos alcaldes lamentaron al mismo tiempo el retraso de las obras de mejora que llevan años exigiendo, según informaba la prensa portuguesa.

Desde distintos ámbitos se seguía especulando ayer sobre las causas de este trágico siniestro. Jornal de Notícias recogía que la Fiscalía de Sertá ha abierto una investigación para determinar las circunstancias de lo ocurrido. Según declaró ayer Celia Rabazo, responsable de la empresa de La Codosera (Badajoz) propietaria del autobús accidentado, pasajeros con los que han podido hablar les han comentado que "notaron un bache" antes de que el vehículo se saliese de la carretera y se precipitase por un barranco. Además, esa mañana hacía niebla y llovía. Celia Rabazo insistía ayer en que toda la documentación del autocar está en regla y al día y así lo ha comprobado la Guardia Nacional Republicana.

Sobre la ausencia de cinturones de seguridad, desde Autocares Rabazo se señaló en que en España es obligatorio para los autobuses matriculados a partir del 2007, aunque en Portugal esta exigencia es a partir de 1999. El autobús accidentado tiene 12 años y contaba con cinturones en los asientos delanteros y en los próximos a las puertas, que son los exigidos. La responsable de la empresa señaló que el informe del atestado lo tendrán dentro de una semana.

El conductor del autobús, que lleva ocho años en plantilla en Autocares Rabazo, continuaba ayer hospitalizado. Sufre la rotura de siete costillas, una de ellas se le ha clavado en el pulmón y permanecía ingresado en el hospital de Castelo Branco. Según Celia Rabazo, el día del accidente aún no sabía todas las consecuencias. "No ha podido contar nada porque casi no podía ni hablar", relató a este diario. Su mujer, que también iba en el autobús, resultó ilesa y la acompañaba su hija, de 2 años, que tenía fracturado un brazo.

Según declaró la presidenta de la Cámara de Portalegre, Adelaida Teixeira, a la prensa portuguesa, el conductor del autobús "está emocionalmente muy afectado", tras haber podido conversar con él. Asimismo señaló que este hombre no habló de ningún aspecto relacionado con el accidente, ni la alcaldesa le hizo ninguna pregunta en este sentido "como es obvio" atendiendo a la delicada situación psicológica en que se encuentran las víctimas.

El delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, tiene previsto asistir esta mañana (a las 10.00, hora portuguesa) al funeral en la catedral de Portalegre. Diez de los fallecidos procedían de este concejo y uno de la freguesía de Assumar, del vecino concejo de Monforte.