El Congreso retiró ayer su petición de que el consumo de alcohol o drogas por parte de los maltratadores sea considerado un agravante, al igual que ocurre en los delitos al volante, tras las críticas que la propuesta ha generado en el ámbito judicial. La comisión de Igualdad de la Cámara Baja aprobó por unanimidad, no obstante, que su ingesta no pueda atenuar o eximir del cumplimiento de las penas. Al mismo tiempo, la comisión rebajó otra de las propuestas contundentes aprobadas en subcomisión. Los diputados aprobaron el pasado martes que una condena firme por violencia machista conlleve la retirada de la custodia de los hijos y del régimen de visitas. Los grupos limitaron ayer esta suspensión a las visitas que se utilicen "para seguir ejerciendo violencia sobre la mujer" o cuando los hijos "revivan con miedo" las agresiones en presencia del padre.

La portavoz socialista, Francisca Medina, indicó que su grupo "es consciente de que el endurecimiento de las penas no es la solución" a la violencia de género, pero "estar borracho no puede justificar que se pegue o se mate a una mujer". "No es solución, pero no disculpamos la agresión por estar bebido o drogado".