El Gobierno chino confirmó hoy la muerte de un ciudadano alemán que trabajaba en la provincia de Sichuan, donde se localizó el epicentro del terremoto del lunes, que ha dejado 41 turistas extranjeros incomunicados.

"Según nuestra información, un alemán que trabajaba en la localidad de Deyang, tras salvarse del terremoto, murió de una enfermedad", dijo el portavoz del ministerio chino de Exteriores, Qin Gan, quien añadió que una "enfermedad cardíaca, tal vez un ataque al corazón" pudo ser la causa de la muerte. Según datos oficiales, cerca de 15.000 personas han muerto y unas 40.000 están desaparecidas o enterradas entre los escombros a causa de fuerte terremoto.

El Ministerio chino de Asuntos Exteriores informó de que 93 turistas extranjeros se encuentra en Sichuan, y 41 de ellos no han conseguido todavía contactar con el exterior. De esos, 30 son británicos, 2 israelíes y 12 americanos, informó el portavoz, quien añadió que "nos aseguraremos de que están a salvo y ya hemos informado a sus respectivas embajadas".

Sin embargo, según Administración Nacional de Turismo de China un total de 893 turistas extranjeros estaban todavía incomunicados a última hora de ayer en las regiones afectadas por el seísmo. En esa situación se encontraban también otros 2.601 turistas chinos.

Según las estimaciones de esta Administración, 10.386 turistas se vieron "afectados" de alguna manera por el temblor de 7,9 grados en la escala abierta de Richter y las sucesivas réplicas que sacudieron China.

Las autoridades locales están intentando contactar con los turistas incomunicados, añadió la fuente.

En cuanto a los turistas chinos, las autoridades de Sichuan confirmaron la muerte de 50 de ellos en Jiuzhaigou, uno de los centros turísticos más importantes de la provincia.

Entre los fallecidos, 35 turistas que viajaban en un vehículo murieron sepultados por un corrimiento de tierras, y otros dos pasajeros están gravemente heridos.