El juicio contra el "caníbal de Roteburgo", un individuo de 42 años acusado de asesinato tras confesar que mató y se comió en parte a un hombre al que conoció a través de internet y que al parecer dio su consentimiento para ello, ha comenzado en la Audiencia Provincial de de Kassel.Esa ciudad del centro de Alemania, en el estado federado de Hesse, acoge así lo que la fiscalía ha calificado como el primer proceso de estas características en la historia judicial internacional.Más allá de lo escabroso del caso, la singularidad del proceso radica en que el canibalismo no está tipificado como delito en el código penal alemán, por lo que el individuo ha sido formalmente acusado de asesinato con motivación sexual.Foro de internet sobre fantasías caníbalesEl acusado, un técnico informático llamado Armin Meiwes, conoció a su víctima en febrero del 2001 a través de un foro de internet donde los usuarios intercambian opiniones sobre fantasías relacionadas con el canibalismo.La víctima, un ingeniero de 43 años que residía en Berlín, respondió a un anuncio del acusado en el que éste buscaba hombres dispuestos a ser devorados y viajó al domicilio de Meiwes, en la pequeña localidad de Roteburgo del Fulda.Buscaba nuevas víctimas y puso un anuncioLas autoridades dieron con la pista del supuesto caníbal gracias a la advertencia de un estudiante de la ciudad austriaca de Innsbruck que, tras descubrir en internet un anuncio en el que Meiwes buscaba a nuevas víctimas, avisó a la central de la Oficina Federal de lo Criminal (BKA), la policía criminal alemana.En diciembre del pasado año, la policía registró el domicilio de Meiwes, un caserón del siglo XVIII donde vivía solo, ocupando unas pocas habitaciones tras la muerte de su madre, y encontraron cuatro bolsas de plástico con restos humanos en el congelador y varios huesos y un cráneo humano en el jardín.Meiwes se entregó a la policía y confesó haber matado y descuartizado a su víctima, así como haber grabado todo el ritual con una cámara de vídeo, y las autoridades se incautaron en el caserón de 16 ordenadores personales, 221 discos duros y 307 vídeos de contenido relacionado con prácticas caníbales.Le cortó el pene y se lo comieron juntosEl supuesto caníbal ha confesado que le cortó el pene a su víctima y asegurado que se lo comieron juntos tras pasarlo por la sartén, y que después le mató con un cuchillo de cocina, descuartizó el cadáver, congeló los trozos y posteriormente se los comió en su mayor parte.Un informe psiquiátrico certifica que Meiwes está en sus cabales, por lo que no podrán considerarse atenuantes relacionados con su estado psíquico.Según la fiscalía, Meiwes mantenía contacto con 430 personas cuyas fantasías giraban en torno al canibalismo, pero no hay pistas sobre otras posibles víctimas.La sentencia se espera para finales del próximo mes de enero, después de las 14 jornadas de juicio previstas, en las que intervendrán 38 testigos, entre ellos un psiquiatra, un toxicólogo y un forense.Vista pública con proyección de fragmentos del vídeoEntre los testigos también se encuentra un conocido de la víctima que asegura que meses antes de su muerte le ofreció 10.000 marcos (unos 5.000 euros), su coche y su ordenador si le cortaba el pene, informa el semanario Focus en su última edición.La vista, para la que se han acreditado numerosos periodistas extranjeros, será pública e incluirá la proyección de extractos del vídeo del ritual caníbal que grabó el acusado.