El parásito anisakis, el gusanito que anida en el músculo de la mayoría de los pescados que se consumen en España, incluidos los de piscifactoría, continúa causando recurrentes infecciones, dolor intestinal, urticarias e hinchazones, unos malestares que no siempre llegan a ser diagnosticados. El decreto que el Ministerio de Sanidad publicó hace dos años, obligando a que el pescado que ofrecen los restaurantes españoles se congele o se cocine antes de servirlo, no ha logrado frenar la expansión del anisakis ya que, aunque muchas casas de comida han acatado la medida, la mayoría de los ciudadanos cocinan y comen en casa, y lo hacen manteniendo su apetencia por el boquerón en vinagre, el salmón marinado y el arenque ahumado. Si optan por la merluza, la sepia o el calamar, no los cocinan en exceso.

INFECCIONES INTESTINALES El anisakis sigue vivo tras esos procesos culinarios y, según un reciente estudio, publicado por la revista Medicina Clínica, afecta de forma recurrente al 56% de la población del norte de España --Galicia, País Vasco y Cataluña--, y al 13% de quienes residen en la zona de Castilla y en el sur. Muchas infecciones intestinales, a veces confundidas con úlceras incipientes o acidez intensa, esconden el nemotodo anisakis, de entre cuatro y 30 milímetros de longitud que vive enroscado sobre sí mismo y esparce sus larvas en la zona más carnosa de sus presas. "Un filete grande de merluza del Cantábrico puede contenerlos a decenas y ser visibles si la pieza se desmenuza", explica el doctor Aythamy Henríquez, alergólogo del Hospital Infanta Elena de Valdemoro (Madrid) y autor del estudio.

El parásito mordisquea la mucosa del intestino humano, causando dolor y ardor ulcerante. Eso da lugar a una urticaria, un enrojecimiento cutáneo en cualquier zona del cuerpo, a veces acompañado de hinchazón. El malestar intestinal dura dos o tres días, pero la urticaria lleva, en muchos casos, a una predisposición alérgica: las siguientes veces que el afectado coma pescado infectado por el anisakis --la mayoría-- sufrirá una alergia de gravedad creciente. Si el gusano avanza por el intestino, puede causar apendicitis.

Henríquez aconseja no comer pescado que no haya sido congelado y cocinado. El anisakis sobrevive hasta 25 días en vinagre y 21 en salazón, lo que convierte en platos de "riesgo extremo" los salazones, ahumados, encurtidos, marinados, carpachos, ceviches y vinagretas de pescado. Ya anidado en un intestino humano, vive hasta 48 horas inmerso en el ácido clorhídrico estomacal. Muere si el comensal toma un protector gástrico contra la acidez, tipo omeprazol.