Tras retratar a varios de los tiranos y dictadores del siglo XX en 'Moloch' (1999), 'Tauro' (2001) y 'El sol' (2005) y ganar el León de Oro del Festival de Venecia con 'Fausto' (2011), el maestro ruso Alexander Sokurov traza en 'Francofonía' la evolución del museo del Louvre a través de la historia, especialmente bajo la ocupación nazi.

¿Por qué decidió usar la historia del Louvre con el fin de explorar la idea de Europa?

Porque llevo tiempo oliendo a humo. Y pensé que era importante recordar nuestro modo de actuar hace 75 años, cuando había fuego en Europa, porque así tal vez aprendamos cómo apagar el fuego en esta ocasión. Sin embargo, soy consciente de que la gente casi nunca es capaz de evitar las guerras. Todo lo que somos capaces de hacer cuando vemos una casa ardiendo es contemplar de brazos cruzados.

Es un punto de vista más bien pesimista.

¡Al contrario! Me considero un gran optimista. De haber sido un hombre pesimista no habría hecho esta película. 'Francofonia' cuenta la historia de dos personas pequeñas y sin importancia, un director de museo y un oficial alemán, que lograron salvar incontables obras de arte. Eso dice algo muy bueno sobre el valor humano.

Usted ya hizo otra película sobre un museo, 'El arca rusa' (2002), que recorría la historia del Hermitage. ¿Qué le interesa tanto de los museos?

A través de los museos queda demostrado cuál es el papel del arte en la formación de conciencias humanitarias decentes y en el desarrollo de una civilización. Solo una gran obra de arte tiene la capacidad para enseñarnos cuál es nuestra identidad como europeos. Por eso los museos necesitan ser protegidos. Si no les damos cabida en nuestro sistema de valores, nos olvidaremos de nuestra esencia cultural. Además, mantienen vivo el pasado, y hay que seguir mirando al pasado mientras entramos en el futuro. Los principios revolucionarios son destructivos porque niegan lo que se ha hecho antes.

¿Qué siente acerca de la destrucción del patrimonio cultural perpetrada por Estado Islámico desde el 2014 en Irak y Siria?

Quienes destruyen el arte destruyen a la humanidad. Tales comportamientos demuestran que nuestro mundo se ve amenazado por hordas de bestias carentes de valores. Y tenemos que combatirlos, igual que las comunidades humanas del pasado atacaron a los depredadores. Cuando un virus quiere destruirte, no puedes sentarte alrededor de una mesa y negociar. Es necesario tomar medidas extremas. Tienes que aniquilarlo.

El subtítulo original de 'Francofonía' es 'Una elegía para Europa'. ¿Diría que el continente está muriendo?

Está gravemente herido. Hay un vacío intelectual absoluto entre sus élites políticas, incapaces de defender la cultura y la civilización europeas. 70 años después del nazismo vemos cómo los movimientos neonazis ascienden en Alemania, Rusia, Hungría y otras partes de Europa. No parecemos ser capaces de aprender de nuestros errores, y eso es una catástrofe moral y una tragedia.

¿Tiene una opinión sobre la crisis de los refugiados? Creo que Francia y Alemania e Italia tienen una responsabilidad para con el mundo y la civilización cristiana. Los valores europeos y cristianos se verán amenazados si no son capaces de encontrar una solución a esta crisis. Debemos obligar a los países de los que estas personas huyeron a resolver sus problemas internos y poner fin a estas terribles pérdidas. De lo contrario, una profunda amenaza cultural nos acecha, porque la coexistencia no es posible. La mayor parte de los valores cristianos están prohibidos en el mundo musulmán, y eso significa que debemos estar alerta.